lunes, 17 de agosto de 2009

Hell's Moth Part II: The Moth War

... SIGO...

Regreso a mi dilema. Estuve un rato desde afuera de mi recámara (con la puerta cerrada por supuesto) deliberando si entraba, y enfrentaba mi creciente terror, para tratar de abrir la ventana y sacar a esa cosa. Claro, no hice nada. Nada más imaginaba como la mariposa se me iría encima. El sonido de esas alas malévolas revoloteando cerca me pone muy mal (mientras escribo, lo pienso, y hasta rechino los dientes)
Decido darle un respiro a la guerra. Hay que replantear estrategias. Es hora de irme a dormir. Ya eran pasadas las dos. Sí, eso tardé en no hacer nada. Yo tenía que despertar a las seis treinta. Pilates me esperaba.
La batalla la ganó el pariente volador de Mum-Rah.
Picture it: Toño tratando de dormir en la sala de TV ("comando" claro), y no dejando de pensar que la mariposa seguía ahí. ¿Cómo carajos le iba a hacer en la mañana para entrar? Celular, maleta con todo listo para el gimnasio, y mis cigarros se quedaron ahí (¿pueden creer que una mariposa logró que dejara de fumar?) ¿Qué pensaban? ¿Qué en mi histeria iba a tener tiempo de detenerme a pensar, y con calma, agarrar mis triques? ¡Mi vida estaba en peligro!
Maldormí tres horas. Digamos que el mobiliario de mi sala de TV no está hecho para dormir. Me sentí conejo en caja de cerillos. Parecía códice maya. Y en cuanto desperté, pánico absoluto. Moth-Rah seguía aquí.
Agarro mi arma. Abro la puerta. Enciendo las luces, y...

Nada.

¡No estaba! Había algo que me aterraba. El color de la bestia. Era exactamente del color de la cabecera de mi cama. Podía estar ahí, perfectamente mimetizada, a escasos centímetros, acechándome cual león a gacela. Todavía intrigado de donde estaría, entro, agarro mi ropa, salgo disparado para vestirme en un segundo (si me iba a atacar, que fuera al menos pseudo protegido) Decido volver por el celular, y me llega un pensamiento helado "¡está debajo de la cama!" He pegado un brinco arriba del colchón cual Cirque du Soleil. Ahora me río. En ese momento el corazón se me salía por las orejas. ¿Dónde estaba maldita maldición?
Entro al baño. Empiezo a cepillarme los dientes. Estaba más concentrado en "vuelta en el sentido del reloj, vuelta vuelta, 17... 18... 19... el otro lado... "shucu shucu shucu"... volteo a la puerta, que da a mi vestidor y... ¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHH!!! (bueno, sonó más como grraaajjhhh, estaba con la pasta en la boca) Ahí estaba la mariposa, prensada a una de mis camisas. La vi con todo detalle: del tamaño de mi mano, café obscura, antenas enormes y peludas, inmóvil. Pasé literal a escasos 10 centímetro de ella, y no la vi. Sentí morir.
¿Recuerdan la escena de El Exorcista de la niña bajando la escalera en arco estilo gimnasta artística con listones? Pues así me escurrí por el piso, viendo hacia arriba para ver si esa cosa empezaba a volar.
Ya desde el otro lado de mi recámara, abro la ventana. Con lanzallamas escobero en mano izquierda, escudo toallero en la derecha, decido atacar. Me subo a la cama, y en el borde izquierdo, avalanzo la escoba. Sabía que por estar la mariposa sostenida de la ropa, no le iba a pegar, ya que primero movería los ganchos. No importa. Me la juego, muy valiente.
¡SWOOOOSH! Vuela la escoba, vuela mi enemigo, y vuelo yo de la cama gritando, desesperado por escapar. Valiente... ¡sí como no! La veo de nuevo volar para todos lados. Desaparece.
Me sentía derrotado, histérico y sumamente aterrorizado. Medio me asomo tratando de ver donde estaba. ¡Nada! La maldita además es experta en el dominio de la invisibilidad.
Otra batalla perdida. Insecto 2, humano 0.
Era momento de decidir terminar con esto. Y así fue. Cerré de nuevo la puerta, agarré mis cosas, y me largué al gimnasio. Sensato creo yo. Pilates me calmaría. No me calmó, solo me cansó.
No hubo un solo momento del día que no pensara que la mariposa seguía en mi recámara, y que tendría que reanudar la guerra en la tarde. Pero ahora, tendría dos ventajas mayores sobre ella. Luz. Vería perfecto todo. Esas cosa no se mueve de día. El Día D llegó. Ah, la otra ventaja. Los aliados apoyarían. El policía de mi edificio se encargaría de ella. Decidido. Yo, como Churchill, dando órdenes. (¿creían sinceramente que me enfrentaría de nuevo a eso?) ¡Nunca!

Al llegar me apadrino al uniformado. "Mire, necesito que me eche la mano. Hay algo en mi departamento a lo que verdaderamente le tengo pánico, y sé que usted podrá ayudarme." "¿Qué es jefe?" (sí, me dice jefe... solo hoy se lo paso...) "!Una mariposa negra!" Creo no necesito explicar la cara que puso el Señor Justicia, ¿verdad? Todavía tratando de disimular la risa en su cara, subimos. Le explico el campo de batalla. Entra a la recámara, yo casi desde la puerta de mi departamento, le grito "¿ya la viooooooo?" "no, jefe, ¿seguro que no la soñó?" (nada más porque lo necesitaba no le menté la madre) "No, ahí está, búsquele bien..." ... pasa un momento... (para mí eterno) "Ya la vi jefe, está detrás del buró" (automáticamente se me encueró el chino de pensar que hubiera estado acostado plácidamente, y esa cosa caminara por la pared, silenciosa, para caerme directo en la cara... me da un mal, ¡os lo juro!)
Me pide un periódico, y ahí me gané que se riera de mí porque le pregunto "¿le va a aventar el periódico encima y la matará de un pisotón?" Entre un tono bastante burloncito dice "no jefe, para envolverla y sacarla jefe". Acto seguido, sale de la recámara con el envueltito, y me dice que sí quiero verla. Saben la respuesta, sí la saben. Solo le dije "espero poder confiar que no me va a jugar la bromita de dejarla ahí, porque se va a meter en un problema conmigo, ¿mmmhhh?" De nuevo, rió el tarado.
¡Bendito sea el Señor y toda la Corte Celestial, esa cosa se fue! Pero siento que aquí sigue, lo juro. Ando paranoico que la escucharé de nuevo volar torpemente detrás de mí. No puedo relajarme. No he abierto una sola ventana en toda la noche. Creo que es más que válido. Me siento intoxicado con el enrarecido aire rico en nicotina. ¡Bah!

No importa, no vuelvo a pasar por esto. Ya dije. ¿Alguien quiere una mariposa negra del infierno envuelta para regalo?

1 comentario:

  1. jajajaja me cague de risa!!!!! te imagine perfecto!! eres bueniiisimo para conatr historias!!

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